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Se mueve la cosa política

Corre el mes de Julio, mes de celebraciones y fiestas agropecuarias, de cabalgata y mujeres bellas, también de política y de ofrecimientos a tutiplén.
¡Ahh! qué buena esta época de campaña, llegó el dinero y la buena lechona sin importar el virus de la gripa asesina, o mejor la AH1N1, el aguardiente y el revuelo, dice la mayoría de mercaderes de la política, o más bien de la politiquería. Es la época de negociar y firmar lo que sea, no importa que haya que jurar en falso, donar sangre, empujar carros, venderle el alma al diablo o hacer lo que sea con tal de ordeñar al ingenuo aspirante o intermediario de turno, bueno…no sabemos quién le miente a quién en el Circo de la Política; los unos, reyes del cinismo con sus mentiras y ofrecimientos manidos, y los otros, prometiendo votos correteando a la misma gente en reuniones distintas, cambiándoles camisetas y publicidad a los potenciales votantes, ante un líder que saca pecho ante el Jefe, y el aspirante feliz ante tan concurrida reunión, donde se oyen los vivas al " Dotor " y " abajos al gobierno ".
Bueno, qué haríamos sin la política, sin los momentos de euforia y de ilusiones, donde al menos un gran sector de nuestra economía se mueve con la publicidad que genera el espectáculo, así contaminemos con vallas, pendones y afiches hasta los sitios más sagrados. Lo malo es, a quién elegir de pareja al Senado y a la Cámara, quién baila mejor el son de la mentira, o al menos, quién nos puede prometer con sinceridad ayudas para nuestra ciudad del Milagroso y para nuestras gentes.
Para quienes tenemos algunos amigos y alguna experiencia en la tan maltratada política, no dejamos de soñar con ayudar a elegir a hombres y mujeres honestos y con sincera vocación de servicio, qué importan los partidos, pues azules y rojos y otros más desteñidos, no han sido ajenos a la atracción fatal de la corrupción, el clientelismo y la demagogia, para lograr permanecer en el poder o cerca del régimen; como decía el ex presidente Turbay: " se debe reducir la corrupción a sus justas proporciones ",.. qué tal ?, lo que importa entonces es escoger bien, analizar los pocos programas legislativos que ofrecen los aspirantes, en vez de caer bajo las mieles del dinero que tanta falta nos hace, pero que tanto daño le ha hecho a nuestras comunidades.
Y es que la política y el poder mueve montañas, allí no hay pretexto para no participar, lo hacen los muertos, los ancianos, los enfermos que no pueden ver y no pueden caminar, el día de la reunión son los mejores atendidos por Doña Pancha la de las empanadas, y el día de la votación no hay sordo, ni mudo, ni parapléjico, ni ex policía que no participe, pues tienen su adalid que tiene que repetir para seguir velando por sus intereses. Así es la política, así es el circo, así es nuestra democracia.
Por eso recordar las viejas épocas de campaña, donde se acordaba el futuro de nuestras comunidades con los jefes y no con los intermediarios, los liberales en Buga con un Carlos H. Morales, Camilo Arturo Montenegro, Darío Aluma Domínguez y John Jairo Bohórquez; los conservadores con un Ramón Antonio Azcárate, Marino García Gil, Laureano Tascón y Edgar Libreros Zúñiga; y hoy, lo que hay en la plaza es el sueño de que podamos unir voluntades en torno a un solo candidato a la Cámara, y que ése se comprometa a apoyar al futuro Alcalde de nuestra ciudad; Dios ilumine a John Harold y a Francined Cano, los dos unidos son llave ganadora, ¡a orar se dijo!.